El secreto para lograr una piel sana , bonita y luminosa es una limpieza facial profesional. Te contamos de la mano de una experta cuáles son las técnicas más populares y efectivas.
También conocida como limpieza de cutis, es un proceso manual en el que se "eliminan imperfecciones tales como puntos negros, granos, espinillas y células muertas, es útil para tratar arrugas y activa la micro-circulación" . Es la higiene más clásica, se recomienda hacer todos cada uno o dos meses e incluye extracción y mascarilla.
A la higiene facial activa es habitual incluir extras para tratar de forma específica las necesidades de cada tipo de piel. Por ejemplo, la aplicación de prinncipios activos con máscara led de alta potencia o un ritual de sérums biológicos.
"Los hidroácidos remueven la capa superior de las células muertas de la piel y actúan como un exfoliante" . Después del proceso de exfoliación, se aplican vitaminas para hidratar y devolver la luminosidad a tu rostro.
Es uno de los tratamientos más solicitados, porque además de limpiar en profundidad y regenerar la piel, esta exfoliación atenua las marcas de ácne, manchas, células muertas y suciedad. "Esta técnica permite recuperar la elasticidad y la firmeza mientras estimula la producción de cólageno.
Es una de las limpiezas faciales más completas. "Favorece la renovación de los tejidos, estimula la producción de colágeno, previene la aparición de líneas de expresión" y además trata manchas, arrugas, puntos negros y quistes de millium. Es un tratamiento perfecto para oxigenar y nutrir la piel.