Las varices son dilataciones de las venas especialmente de las extremidades inferiores que ocurren por múltiples factores y en dónde se ve dificultado el retorno sanguíneo venoso al corazón.
Las venas presentan válvulas semejantes a las cardiacas, que por una predisposición genética, y en relación con diferentes factores en más o menos grado, como los embarazos, los tratamientos hormonales, el sobrepeso, el tabaquismo, y el permanecer muchas horas de pie inmóvil (personal de hostelería, comercio, azafatas, etc) se van alterando, de tal manera que las venas no son vaciadas totalmente en el regreso de la sangre al corazón por lo que se dilatan, haciéndose visibles. Cuándo están afectados los capilares o pequeños vasos, aparecen las arañas vasculares o telangectasias, y cuándo los que se alteran son vasos mayores aparecen las várices propiamente dichas.
TIPOS DE TRATAMIENTOS
Las várices se pueden clasificar en:
Arañas o telangiectasias, arañas vasculares, y venas reticulares dependen de las características de cada una de ellas, de su aspecto, color, localización y gravedad.
Para el tratamiento se utilizan dos tipos de técnicas:
La líquida se utiliza generalmente para tratar arañas vasculares y telangiectasias, mientras que la técnica de espuma es para tratar venas reticulares, marcadas, muy engrosadas que pueden ser dolorosas.
Los tratamientos son ambulatorios , no dolorosos, dependiendo de la gravedad es el número de sesiones, y cada sesión demora entre 30 y 45 minutos. La paciente debe usar bandas de compresión y seguir las indicaciones que le dará el especialista.
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