El paso del tiempo y la exposición crónica al sol provocan la aparición de manchas, áreas enrojecidas y descamativas en la piel. Además, se produce una atrofia cutánea que afecta a la epidermis, la dermis, así como al tejido graso subcutáneo.
Toda esta atrofia de la piel y estas lesiones o irregularidades se pueden tratar independientemente, cada una de ellas con un procedimiento o método terapéutico determinado, o con un sistema que engloba y aborda todas las lesiones al mismo tiempo: el fotorejuvenecimiento mediante luz pulsada.
Este tratamiento es ideal cuando nos encontramos con pieles que presentan alteraciones pigmentarias por toda la cara, más conocido como lentiginosis.
La luz pulsada es una fuente lumínica de alta intensidad que abarca un rango más o menos estrecho de colores que producen un efecto diferente en la piel. De esta manera, la luz actúa como un bisturí inteligente y barre todas las estructuras indeseables o lesiones oscuras de la piel.
El fotorejuvenecimiento reduce el tamaño del poro y la profundidad de las arrugas, ayuda a sintetizar nuevo colágeno en la dermis, reduce las manchas tanto marrones como rojas y mejora la textura de la piel.
El procedimiento se realiza sin necesidad de bajas laborales y en varias sesiones de aproximadamente 30 minutos.
El paciente debe acudir al tratamiento preferiblemente sin maquillaje o sin autobronceador en la zona donde se vaya a realizar el tratamiento. Se limpia la piel y se coloca un antifaz para protección ocular, así como un gel conductor. Acto seguido se realiza el tratamiento mediante luz, terminado el cual se limpia nuevamente la cara.
Las sesiones se repiten según indicación y los resultados se observan desde la primera sesión.
Las sesiones se repiten cada 21 días
Se debe tener precaución especial de no realizar el tratamiento en la piel recientemente bronceada y fuertemente pigmentada. También se ha de tener cuidado con no realizar el procedimiento en una piel manchada o cubierta por un autobronceador.
Algunas de las zonas tratadas pueden quedar más oscuras o claras durante un tiempo, cambios todos ellos normalmente transitorios.
El fotorejuvenecimiento es un sistema idóneo para tratar la piel, eliminar las consecuencias del paso del tiempo y la exposición solar.
También se aplica la microdermoabrasión, como complemento ideal de esta terapia. Es ideal recomendar un tratamiento de hidratación el día anterior o mismo día que la Luz Pulsada. Nos permite preparar muy bien la piel, aportando el nivel de hidratación necesaria. De esta forma, una vez finalizada la sesión de luz pulsada, la piel se regenera más fácilmente y aparece luminosa y radiante mucho antes.
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