El Bótox o la Toxina Botulínica es una proteína purificada que se inyecta en cantidades minúsculas en los músculos del rostro para relajarlos y prevenir la aparición de arrugas o suavizar las que ya existen. No es un material de relleno, no elimina las arrugas aportando volumen, sino que actúa sobre los músculos de la cara relajándolos, lo que permite mantener una expresión natural.
Dada su eficacia y escasos efectos indeseables y riesgos, la aplicación de Botox es una técnica de Medicina Estética que progresivamente ha ido ganando terreno desplazando a técnicas de Cirugía Estética como el lifting.
Desde que se descubrió su uso cosmético, se ha convertido en una de las armas antiedad de mayor éxito en la medicina estética. Siempre debe ser aplicada por un profesional médico debidamente acreditado en un centro médico autorizado, y que busque, ante todo, unos resultados naturales, saludables y armónicos.
Además de aplicaciones estéticas, la Toxina Botulínica se emplea para la corrección de la hiperhidrosis (exceso de sudoración) y en otras especialidades médicas para el tratamiento de estrabismo, tics, espasmos musculares, dolor lumbar, ciertos tipos de migrañas o fibromialgia reumática.
El Bótox es un tratamiento estético recomendado para eliminar o atenuar temporalmente las líneas de expresión situadas en el tercio superior del rostro, normalmente entrecejo, la región central de la frente y las “patas de gallo”.
Su aplicación es muy sencilla, se realiza a través de pequeños pinchazos en la zona a tratar, consiste en infiltrar la Toxina Botulínica con una fina aguja en el músculo, provocando un efecto de relajación en él que anula las contracciones y por tanto evita la aparición de las antiestéticas líneas de expresión. Los efectos del Bótox suelen durar de 4 a 6 meses y para su aplicación no es necesario el uso de anestesia.
Las técnicas y materiales que se utilizan son:
El Bótox se aplica habitualmente en 10 minutos. Una vez finalizado el procedimiento, el paciente podrá regresar a su vida normal.
El primer año el tratamiento se realiza cada 4 meses y a partir del segundo año una aplicación cada 6 meses es suficiente
El tratamiento con Bótox permite:
Los resultados son visibles a los 3 días, aunque dependerá de cada paciente.
En general, empiezan a desaparecer sus efectos a los 5 o 6 meses. Una vez que desaparecen los efectos de Bótox, el músculo vuelve a su actividad normal provocando la reaparición de la arruga, pero no estará más marcada que antes puesto que mientras duren los efectos del tratamiento la arruga no se agravará, de esta forma se gana tiempo al envejecimiento facial.
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