Hoy vamos a hablar de otro método para eliminar la celulítis de forma no invasiva y que últimamente está muy de moda: la #Dermoplastia.

Por lo visto mediante ésta técnica, basada en la utilización de ondas acústicas, se consiguen muy buenos resultados. Tanto es así, que la mismísima Madonna, Demi More o Penélope Cruz  hablan maravillas del uso de este método.

¡Madonna, Demi More y Penélope Cruz tienen celulitis!

Sí, amigas, ellas  también tienen celulitis como cualquier otra mujer. Madonna incluso se ha comprado su propia máquina de dermoplastia.  Claro que  los casi 60.000 Euros que vale el artilugio son calderilla para ella. Afortunadmente ya hay muchas clínicas que por un precio bastante más módico, aunque no barato, ofrecen este tipo de tratamiento. Pero basta de introducciones y vayamos al grano.

¿Qué es la dermoplastia?

Es la utilización de ondas acústicas contra la celulitis. Hace tiempo que las ondas se vienen usando en medicina, aunque hasta el momento sólo se usaba el efecto mecánico de las mismas para la pulverización de cálculos renales. Pero estudios recientes demuestran que las ondas acústicas desarrollan efectos biológicos, como la activación de procesos metabólicos y el incremento de  la elasticidad del tejido conectivo en tratamientos estéticos.

Mediante un transductor se introducen ondas acústicas de alta energía en capas profundas de la epidermis, dermis y tejido subcutáneo. Éstas estimulan el metabolismo así como la microcirculación en el tejido conjuntivo y en los adipocitos, lo que acelera la descomposición de las moléculas de grasa. Además, la piel obtiene un aspecto elegante y liso.

El tratamiento se lleva a cabo en varias sesiones de unos 30 minutos de duración siendo el especialista quien decide cuántas son necesarias, en función de la "gravedad" de la celulitis.. Cada sesión se compone de varios niveles, para los cuales se usan aplicadores diferentes. En cada una de ellas se usan ondas de una frecuencia distinta y en todas, las sensaciones que se perciben son distintas aunque, normalmente, no dolorosas.

Hablamos pues de un sistema que, por increible que parezca termina con la celulítis sin pasar hambre, sin sudar, sin quirófano y en poco tiempo con una cuota de éxito bastante grande.  Por contra no es barato.